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Many people have written about forgiveness. From what I have read, this is quite a
straightforward process. For example, for many educators on the matter and in the Bible
messages, forgiveness implies accepting the injury and reasoning about why the other person
hurt you. Then, one is supposed to excuse the offender, finding reasons why his intentions were
not that bad, and if we hold grudges, we hurt ourselves, and that is all. You go on as if, by magic,
you can erase what happened to you because the person who hurt you has their excuses. In both
scenarios, there is only one direct way to forgive, and that is to let go.

The first kind of forgiveness I propose is the Goodbye Forgiveness. Suppose the individual has
been hurt in a way that they are marked for life, such as in the case of child abuse, domestic
violence, ordeals of war, and scenes such as these. In that case, I propose the following: we all
know that each person is created by the energy of the stars; we sparkle as they do because we are
them; we are their energy, but with magic within our identities, meaning that we are unique. No
one feels, thinks, or vibrates as each one of us. When another person hurts the core of our being,
true, they can break our body and bruise our spirit, but no one can hurt our energy, our soul.
Think of yourself as a vase of energy that has the power to allow other energies to join it.
However, if the person who hurt you is no longer in your life, do not allow it to enter your vase.
If you need a visual to use this tool, think about the electrical outlet in the room where you are,
or just imagine one. Imagine you can retrieve that energy back to the outlet and free yourself
from that energy that has taken the form of intrusive thoughts that come to your head to hurt you,
not to help you. Then let it go because what that energy/person did to you does not belong to
you, it belongs to them. They are the ones who need to carry the wrongdoings because your soul
has freed you from the burden of the weight of the destructive behaviors the other person
created. Using this tool can often help people who have suffered from sexual abuse, rape,
injustices in the labor force, and other severe emotional and physical injuries from someone that
is no longer in their life.

The second kind of forgiveness is Let’s Stay Close. Forgiveness occurs when the one who hurts
us is close to us. Suppose you decide to forgive because you choose not to leave the person who
hurt you. In that case, it is okay, but retain your identity and dignity by understanding that from
now on, you will have the inner boundaries protecting you in case the new situation happens
again.

For example, a spouse who has committed infidelity. If the wife decides to forgive her husband’s
infidelity because he is honestly sorry for what he did, it is okay to forgive because we humans
are not perfect. We may forgive the imperfection of a loved one. If you want to continue with
your partner, do so by being alert about intrusive thoughts that may come to your mind at any
time to torture you with the hostile experience of flashbacks. If they are not controlled, the ego
will come out in reproaches that may become insults. This behavior will open the wound of
infidelity again and prompt the relationship and efforts to mend it to become a failure.
The third kind of forgiving pertains to Family Ties Forgiveness. If you are living with an elderly
parent who verbally abuses you, and there is nothing you can do to move away from this person,
learn to see them from a different angle. You are on a higher platform of reason, and you know
the person is smaller than you, on a lower ground, acting and behaving in a way that does not
concern you because you are not receiving the negative messages they inflict upon you. If
forgiveness has to do with a sibling, understand that you are not responsible for their behavior.
You are responsible for your own well-being, so love them, state your boundaries, and keep your
emotional distance from them. Always love them and wish them well, even when you are not
often communicating with them. Your children are different; you raise them the best way you
know how and let them go. If they hurt you, do not take it personally; they are your legacy. But
remember, no one has the right to take away your dignity or confuse your identity, not even your
own children.

The fourth kind of forgiveness is the Surrendering Forgiveness. It implies being at peace for
injuries caused by people no longer living in the flesh. Before we came to this world to exist in
this present flesh, we chose our parents and other people who walk along our path. We learn
from them the lessons we came to learn in this life. The person who hurt you and is no longer
living had to carry their burdens to the other dimension and carry their good and bad deeds with
them. It is time for you to free yourself from carrying those burdens that do not belong to you.
Instead, they belong to the person who departed, and you are free now.

Remember that someone may hurt your body and bruise your spirit, but no one can hurt your
soul.

 ¿Es Posible Perdonar?

    Mucha gente ha escrito sobre el perdón. Por lo que he leído, este es un proceso bastante sencillo. Por ejemplo, para muchos educadores en la materia y en los mensajes bíblicos, el perdón implica aceptar la herida y razonar por qué la otra persona te lastimó. Entonces, se supone que uno debe excusar al ofensor, encontrando razones por las que sus intenciones no eran tan malas, y si guardamos rencor, nos lastimamos a nosotros mismos, y eso es todo. Sigues como si, por arte de magia, pudieras borrar lo que te pasó porque la persona que te hizo daño tiene sus excusas. En ambos escenarios, solo hay una forma directa de perdonar, y es dejar ir.

    El primer tipo de perdón que propongo es el Adiós a la Injuria. Supongamos que el individuo ha sido herido de una manera que está marcado de por vida, como en el caso del abuso infantil, la violencia doméstica, las pruebas de la guerra y escenas como estas. En ese caso, propongo lo siguiente: todos sabemos que cada persona es creada por la energía de los astros; brillamos como ellos porque somos ellos; Somos su energía, pero con magia dentro de nuestras identidades, es la magia divina del Creado. Esto significa que somos únicos. Nadie siente, piensa o vibra como cada uno de nosotros. Cuando otra persona hiere lo más profundo de nuestro ser, es cierto, puede romper nuestro cuerpo y abrumar el espíritu, pero nadie puede dañar nuestra energía, nuestra alma.

     Piensa en ti mismo como un jarrón de energía que tiene el poder de permitir que otras energías se unan a él. Si la persona que te hizo daño aun está en tu vida, aléjate de él. Tu necesitas sanar y dejar ir. Si el individuo que te lastimó ya no está en tu vida, no permitas que los recuerdos del maltrato se apoderen de ti. En ambos casos puedes usar un visual como la herramienta que te puede ayudar. Mira en la toma de corriente de la habitación o lugar donde te encuentres, o simplemente imagínate una. Piensa que puedes recuperar esa energía de vuelta a la salida y liberarte de esa fuerza que ha tomado la forma de pensamientos intrusos que vienen a tu cabeza para lastimarte, no para ayudarte. Luego déjalo ir porque lo que esa energía/persona te hizo no te pertenece a ti, les pertenece a ellos. Ellos son los que necesitan cargar con las malas acciones porque tu alma te ha liberado de la carga del peso de los comportamientos destructivos que la otra persona creó.

    El segundo tipo de perdón es “Mantengámonos cerca“. El perdón ocurre cuando el que nos lastima está cerca de nosotros. Supongamos que decides perdonar porque eliges no dejar a la persona que te lastimó. En ese caso, está bien, pero conserva tu identidad y dignidad entendiendo que, a partir de ahora, tendrás los límites internos que te protegerán en caso de que la nueva situación vuelva a ocurrir.

     Por ejemplo, un cónyuge que ha cometido una infidelidad. Si la esposa decide perdonar la infidelidad de su esposo porque él está sinceramente arrepentido por lo que hizo, está bien perdonar porque los humanos no somos perfectos. Podemos perdonar la imperfección de un ser querido. Si quieres continuar con tu pareja, hazlo estando alerta sobre los pensamientos intrusos que puedan venir a tu mente en cualquier momento para torturarte con la experiencia hostil de los flashbacks. Si no se controlan, el ego saldrá en reproches que pueden convertirse en insultos. Este comportamiento abrirá de nuevo la herida de la infidelidad e impulsará la relación y los esfuerzos por repararla para que se conviertan en un fracaso.

    El tercer tipo de perdón se refiere al perdón de los lazos familiares. Si vives con un padre anciano que te maltrata verbalmente y no hay nada que puedas hacer para alejarte de esta persona, aprende a verla desde un ángulo diferente. Estás en un nivel superior de razón, y sabes que la persona es más pequeña que tú, en un terreno más bajo, actuando y comportándose de una manera que no te concierne porque no estás recibiendo los mensajes negativos que te infligen.

    Si el perdón tiene que ver con un hermano, comprenda que usted no es responsable de su comportamiento. Eres responsable de tu propio bienestar, así que ámalos, establece tus límites y mantén tu distancia emocional de ellos. Ámalos siempre y deséales lo mejor, incluso cuando no te comuniques con ellos a menudo.

    Los hijos son diferentes; Los crías de la mejor manera que sabes para entregárselos al mundo. Si te hacen daño, no te lo tomes como algo personal; Son tu legado. Pero recuerda, nadie tiene derecho a quitarte tu dignidad o confundir tu identidad, ni siquiera tus propios hijos. Pon tus limites, y si es necesario, déjalos ir porque ellos necesitan bolar y aprender de sus propias experiencias y errores.     El cuarto tipo de perdón es el Perdón de Rendición. Implica estar en paz por las lesiones causadas por personas que ya no viven en carne y hueso. Antes de venir a este mundo para existir en esta vida presente, elegimos a nuestros padres y a otras personas que caminan por nuestro sendero. Aprendemos de ellos las lecciones que venimos a experimentar en esta vida. La persona que te lastimó y ya no vive tuvo que llevar sus cargas a la otra dimensión y llevar consigo sus buenas y malas acciones. Es hora de que te liberes de llevar esas cargas que no te pertenecen. En cambio, pertenecen a la persona que se fue, y ahora eres libre. Recuerda que alguien puede lastimar tu cuerpo y abrumar tu espíritu, pero nadie puede lastimar tu alma.