This blog is about our wisdom and strength. How do we discover such tools? They are at the tip of the subconscious mind ready to tell us we can trust, and to teach us that all behaviors good or bad strengthen the thread of the fragile nature that unites the WEB OF LIFE.
We humans do not walk alone on the paths of this terrain called earth. Rather, we come to families, communities, cities, states, countries that we planned ahead to visit. We come here to learn, but not alone. People are intended to belong, to be loved and to share our endearing feelings in our life.
First, we meet our family of origin where we can learn about trust or distrust. Later, we go to school and learn more specific social skills to have a good relationship with others in our context. Later on, comes work. At this time, we find life partners.
During these processes we meet people who have affinities with us, and we choose them as friends. These people help us to have the sweet feeling of companionship.
When we are protected, we are fine, when we are not, we suffer and reach out for helping hands to save us, to take care of us and to learn from them. Sometimes, when our immediate family does not meet our needs, we discover defensive tools from within that will secure ourselves in the Web of Life formed by people in our life.
When we feel unbalanced in our position on the Web of Life, it is important to stay still, find our position, and search for the stability that was lost when others on the Web of Life moved out of place.
It is important to remember that we all have our challenges and at times we feel unbalanced in the enormous Web of Life. When this happens, we may remember that we are not alone because if we reach out to someone on the Web, someone will hold us until we find our own stability.
At this time, dear reader, just think, who could hold you if you ever fall? Remember it could be someone near you, an acquaintance, someone whom you just met, or simply a stranger who has the call to help.
LA RED DE LA VIDA
Este blog trata sobre nuestra sabiduría y fuerza. ¿Cómo descubrimos estas herramientas? Están
en la punta de la mente del subconsciente listos para decirnos que podemos confiar, y para
enseñarnos que todos los comportamientos, buenos o malos, fortalecen o debilitan el hilo de la
frágil naturaleza que une la RED DE LA VIDA.
Los humanos no caminamos solos por los caminos de este terreno llamado tierra. Más bien,
llegamos a familias, comunidades, ciudades, estados, países que planeamos visitar con
anticipación. Venimos aquí a aprender, pero no solos. Las personas están destinadas a pertenecer,
a ser amadas y a compartir nuestros sentimientos entrañables en nuestras vidas.
Primero, nos encontramos con nuestra familia de origen donde podemos aprender sobre la
confianza o la desconfianza. Más tarde, vamos a la escuela y aprendemos habilidades sociales
más específicas para tener una buena relación con los demás en nuestro contexto. Más tarde,
viene el trabajo. Durante esta etapa generalmente encontramos compañeros de vida.
Durante estos procesos conocemos a personas que tienen afinidades con nosotros, y las elegimos
como amistades. Estas personas nos ayudan a tener el dulce sentimiento de compañerismo.
Cuando estamos protegidos, estamos bien, cuando no lo estamos, sufrimos y buscamos manos
amigas que nos salven, que nos cuiden y aprendan de ellas. A veces, cuando nuestra familia
inmediata no satisface nuestras necesidades, descubrimos herramientas defensivas desde adentro
que nos asegurarán que en la Red de la Vida hay otros seres que nos pueden dar lo que los
nuestros no tienen para dar. Tal vez eso sea amor, compresión, apoyo y fidelidad.
Cuando nos sentimos desequilibrados en nuestra posición en la Red de la Vida, es importante
quedarnos quietos, encontrar nuestra posición y buscar la estabilidad que se perdió cuando otros
en la Red de la Vida se movieron fuera de lugar.
Es importante recordar que todos tenemos nuestros desafíos y a veces nos sentimos
desequilibrados en la enorme Red de la Vida. Cuando esto sucede, podemos recordar que no
estamos solos porque si nos acercamos a alguien en la Web, alguien nos sostendrá hasta que
encontremos nuestra propia estabilidad.
En este momento, querido lector, solo piense, ¿quién podría sostenerlo si alguna vez se cae?
Recuerda que podría ser alguien cercano a ti, un conocido, alguien a quien acabas de conocer o
simplemente un extraño que oye un mensaje interno que lo guía para ayudarle.